domingo, 7 de junio de 2015

EL DUEÑO DEL MICROFONO

Resultado de imagen para MICROFONO en la manoEn nuestra niñez no era común que algún chico tuviera una pelota de fútbol. Eran pocos los privilegiados, p ero en cada barrio con seguridad que había uno. Este era el que llegaba al baldío donde íbamos a jugar con la pelota bajo el brazo. Si era después de las fiestas de fin de año seguramente que estaba reluciente por estar recién comparada. Lo interesante era que dependíamos del buen humor del dueño de la pelota, porque si alguien osaba hacerle un faul un poco subido de tono al momento ponía su pelota nuevamente bajo el brazo y amenazaba irse a su casa. No había muchas pelotas de fútbol pero tampoco había tantos lugares donde jugar al fútbol. Si la cancha del club del barrio estaba ocupada teníamos que rebuscarnos jugando en el baldío del ferrocarril cerca de los eucaliptos grandes. Y una vez hicimos una canchita en un terreno que tenía mi viejo, armamos los arcos, marcamos las líneas tan profundas que podíamos tropezar al cruzarlas y también las marcamos con cal. En ese tiempo yo era el dueño de la canchita, y gozaba de algunos privilegios parecidos al dueño de la pelota. No pretendía ganar siempre pero sí que no me golpearan mucho porque podría pedir el desalojo de la cancha.
Pera había uno que era el dueño del micrófono, aunque nunca tuvo uno pero siempre encontraba algún elemento que se le pareciera. Micrófono en manos muchas veces relataba los partidos que estábamos desarrollando con la misma categoría que los grandes relatores de aquella época. Incluso podía imitar la voz del locutor que hacia la publicidad. Cabe aclarar que nada de TV algunos años después llegaron los primeros televisores al pueblo.

Pasaron los años y los dueños de la pelota ya no la tienen, el dueño de la canchita tampoco la tiene, pero el dueño del micrófono todavía tiene su micrófono. Cuando se instaló una FM en un pueblo cercano comenzó a relatar los partidos de las ligas locales. Pasaron algunos años, y seguramente con muchos esfuerzo llegó a tener su propia FM y hasta hoy es el dueño del micrófono, porque es su herramienta de trabajo. Feliz día del periodista viejo amigo relator de fútbol de la infancia.

Ricardo Chavez Cuello.