Junto con el día de la madre siempre surgen dos consideraciones que creo que son importantes pero tampoco podemos decir que sean tan fundamentales. Una de ellas es la cuestión del regalo. Aquí entra en juego si el regalo es para la mamá o para la casa o el trabajo o la ocupación de ella. Es decir que regalarle un cocina nueva no es un buen regalo, lo mejor sería unos simples aros u otra cosa que sea de uso personal. El otro planteamiento es que: todos los días tiene que ser el día de la madre, y que acordarse de la madre solo una vez al año es el proceder de un mal hijo o hija. Y aquí se suma todo esto de la parte comercial y mercantilista de nuestra sociedad exageradamente materialista.
En Proverbios 10:1 dice: el hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre. Este dicho del sabio Salomón deja ver a las claras que muchas veces la alegría o la tristeza de una madre no tiene que ver con el regalo recibido en su día decretado por el consumismo. Creo que no hay dudas de que el mejor regalo para una madre es recibir una alegría de parte de sus hijo. Cuando son niños podría ser una muy buena libreta de calificaciones sin que esto tenga la obligación de que ya mayores la alegría tenga que ser obtener el titulo de Honoris Causa en alguna ciencia o profesión. Pero esto es más profundo, porque Salomón habla del hijo sabio o necio, y esto no siempre tiene que ver con algún titulo académico o un logro deportivo. La sabiduría o la necedad tiene que ver con la vida diaria, la vida común. Tiene relación con la responsabilidad, la ética, la moral, el respeto, la generosidad, la ayuda al prójimo. Una madre es feliz cuando su hijo es respetado por la sociedad por su vida honrada y reconocen su interés por el bien de la comunidad. Para mi fue una sorpresa ver que Diego Maradona reconocía que su adicción a las drogas había hecho daño (entiéndase: tristeza, preocupación, vergüenza, angustia y muchos otros males) a su madre a sus hijas y a su esposa..
¿Puede ser que el individualismo o egoísmo y la idea de una falsa independencia lleve a los hijos a pensar que los actos, hechos, o sucesos de su vida tiene solamente que ver con él, y no comprenden que hay una madre que recibe el impacto de los "regalitos" ya sean buenos o malos? ¿Un hijo es un mamengo si siempre tiene presente que cada paso dado en el camino de la vida va a afectar a su madre? Pero por otro lado ¿La madre deja ver en forma clara e inequívoca a su hijo que el mejor regalo que le pude dar es llevar una vida ordenada, disciplinada, honrada, transparente, alejado de las malas costumbres y los vicios? Siempre es bueno fortalecer este tipo de vinculo para que el hijo recuerde que aunque "la vieja es de fierro" debe cuidarla. Y que por mas alejado e incomunicado que este siempre su proceder estará afectado a su madre.
No es cuestión de meterle culpa a nadie, gracias a Dios si entendemos que tenemos que corregirnos en algún aspecto tenemos la oportunidad de pedir perdón y tomar la firme determinación hacer las cosas bien. Cada día es el día de la madre y cada día y a cada paso estamos envolviendo un "regalito" para ella. Porque el hijo sabio trae alegría pero el hijo necio trae tristeza.
Ricardo Orlando Chavez
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