Entre mis recuerdos infantiles esta la historia de un vaso muy
especial al que mi padre le tenía mucho aprecio. Para él todas sus cosas eran
de las mejores, los mejores caballos, las mejores monturas, los mejores
cuchillos para el campo y también este vaso que también era el mejor. A rigor
de verdad, debo reconocer que si todas estas cosas no eran las mejores en su género
por lo menos estaban en el Top Ten. La particularidad de este vaso era que
resistía altas temperaturas. Para mí que era un niño recuerdo que la idea era que soportaba altísimas y grandísimas temperaturas dado que mi padre
tomaba el café en él. Era de mucho espesor, tenía seis u ocho caras planas y una manija
muy fuerte. Cuando el patrón venia a buscarlo
por la madrugada para ir al campo yo siempre me despertaba y los escuchaba
conversar mientras tomaban un café para salir a enfrentar el frio. En esas
charlas abundaban las palabras de elogio para con el vaso irrompible, hasta que
una madrugada escuche algunas expresiones de asombro y sorpresa, y al momento comprendí
que el vaso había sido derrotado por el café
caliente. Al otro día lo vi, estaba partido en dos.
Normalmente los vasos son frágiles y se rompen fácilmente si
no los tratamos con cuidado, y mucho más si los golpeamos o les ponemos café caliente.
En base a esta idea comprensible para todos, el Apóstol Pedro enseñando como
debe ser el trato que el esposo debe tener para con la esposa dice: “convivid
con ellas, con comprensión, tratando a la mujer como vaso más frágil” (1Pedro
3:7). Al decir frágil, para nada está relacionado a la idea del sexo débil y la
supremacía del hombre. En aquellas épocas como en estas hay historias de la valentía
y el coraje de mujeres que han luchado por sus familias, sus hijos, su fe o sus
ideales. Es tomada la idea de “vaso frágil” no para definir el vaso, sino el
trato o la relación que se debe tener con ese vaso. En una Escuela Dominical
para adultos en la clase donde se enseñaba sobre este tema se mostraba algo
obvio. Como mientras un vaso de vidrio muy fino se mantenía en perfecto estado cuando se lo trataba con cuidado y delicadeza, y se lo llevaba de un lugar a
otro con mucho atención para que no se golpeara y se lo protegía con tergopol o
cartones. Y como ese vaso con el menor de los golpes al ser tumbado sobre una
mesa de mármol se rompía en mil pedazos. La lección era que: esto les sucede a
sus esposas si las maltratan, se rompen en mil pedazos. Y aunque por fuera parezcan
enteras, por dentro ya están heridas.
Vivimos en una sociedad nominalmente cristiana. Pero, o no
se ha enseñado claramente que la mujer es un vaso frágil que debemos cuidar, o
lo sabemos pero no actuamos de acuerdo a ese conocimiento. Cada vez son más los
casos de violencia del esposo para con su cónyuge, al punto que da escalofrío
mencionar algunos de ellos. Qué lejos que estamos del trato cuidadoso y
comprensivo que pide el Apóstol Pedro. Amigo mío, yo no lo acuso de maltratar a
su esposa, solo digo esto para desde hoy cada vez que mire a su esposa vea un
vaso frágil de un vidrio muy fino y delicado que no puede soportar ningún mal
trato. Así sea como el vaso irrompible de mi padre porque al final también sucumbió a los
malos tratos.
El 11 de Mayo se recuerda la creación del Himno Nacional Argentino
dado que en la misma fecha de 1813 la Asamblea General Constituyente del Año XIII
lo aprobó bajo el nombre de Marcha Patriótica. Teniendo como antecedente que el
22 de Julio del año anterior el Triunvirato había pedido al Cabildo de Buenos Aires que mandase a componer lo que llamaban “la marcha de la patria”. El
24 de Mayo de ese mismo año en La Casa de la Comedia se presentaba una obra
titulada 25 de Mayo, escrita por Luis Ambrosio Morante con música de Blas
Parera. Entre los espectadores estaba Vicente López y Planes quien inspirado en
un himno que coreaban los actores cuando terminaba la obra, redactó la primera
estrofa del que sería luego el Himno Nacional Argentino. Tiempo después este recitó
todas las estrofas en una de las reuniones que solían hacer en la Casa de los
Thompson dando como resultado el aplauso y la aclamación de los presentes
encendidos de fervor patriótico que hicieron que fuera repetido varias veces. Allí
mismo Vicente López y Planes, comenzó a ensamblar los versos con la melodía básica
de un himno muy conocido para ellos, ya
que en todas las reuniones Martin Thompson lo interpretaba en el clavicordio.
Este himno religioso ingles se llamaba El Himno de David. Esa misma noche luego
de algunos ensayos fue perfeccionado, acompañado de estruendoso aplausos. Dado
que no tenia donde escribir la
partitura, recién lo hizo al día siguiente. Blas Parera cobró 199 pesos por la composición del himno y ensayo de la
orquesta y los niños cantores a los cuales debió pagarles 30. Aquella Marcha Patriótica
fue cantada en Uruguay dado que aún no se había independizado y también fue el
Himno de la República de Chile durante los tres años durante la permanecía del
General San Martín en esas tierras.
En cuanto a la música, la Marcha Patriótica sufrió una
modificación en 1847 con nuevas armonizaciones en una obra que Juan Pedro
Esnaola dedicara a Manuelita Rosas. En 1860 surge una nueva versión con cambios
en voces, arreglos, y armonizaciones. Y en 1938 una comisión presidida por
Alberto Williams definió claramente las formas musicales actuales, quitando las
influencias de la obra de Joseph Haydn titulada La Creación y El Juramento una ópera
de Saverio Mercante. El musicólogo Esteban
Buch en su libro “O juremos con gloria morir “dice que nuestro Himno no llega a
ser una marcha en el sentido estricto de la palabra, porque no tiene el ritmo
regular ni la cadencia de las mismas, como puede ser el caso de la Marsellesa
que suena avasallante y exultante. Sino
que tiene una solemnidad que evoca un tono religioso, pero no litúrgico sino más
bien el de las obras para coro y orquesta de estilo clásico. Y en partes tiene
la evocación de una batalla con los recursos descriptivos de la opera, a su vez
retomados del género musical de la battaglia que, desde el siglo XVIII,
permitía imaginar un combate a quienes no participaban de él. Buch dice que por
último “llega un interludio instrumental a ritmo de polka, responsabilidad de
Espanaola en 1860, y empieza la marcha con un ímpetu colosal: Sean eternos los laureles que supimos conseguir” Con relación a la introducción aclara
algo que suena gracioso: “El Himno Nacional Argentino es un caso extraño: (porque)
tal como llegó a nosotros, la música de Parera ignora el texto de López durante
un tercio de la composición. Para cuando el texto dice Oíd mortales, ya pasaron veintitrés compases; (y) ya hace más de un
minuto que los mortales están oyendo la introducción. También dice que la
introducción tiene las características de una obertura de una ópera, ya que en
ella hay un anticipo resumido de la obra, que tiene: una causa sagrada, un
combate, una victoria y un festejo.
En cuanto a la letra podemos decir que es una lirica patriótica
en lengua culta muy rebuscada y alejada del vocabulario popular. Está escrita
en nueve estrofas de ocho versos de diez silabas, y el coro es un estribillo de
cuatro versos. La rima es asonante en
los versos pares, y libre en los impares. El estilo es neoclasicista lleno de retoricas,
y se supone inspirado en un Canto Guerreo asturiano donde predomina el tono beligerante
y combativo. Usan repeticiones como Libertad, libertad, libertad que se cree fueron
inspiradas en la Marsellesa cuando dice Liberté, liberté cherie (libertad,
libertad amada). Tiene adjetivaciones neoclásicas como, horrible fragor y fieros
tiranos. Recurre al hipérbaton en, de
los nuevos campeones los rostros, en lugar de, los rostros de los nuevos
campeones. Cuando dice Coronada su sien
de laureles, es una alegoría donde personifica a la nación. Y llega a una poderosa
metáfora cuando dice: con sus brazos
robustos desgarran / Al ibérico altivo león. Como los versos tenían todo el
fervor patriótico de la lucha por la liberación de las opresiones del invasor
que era mencionado peyorativamente. En 1900 para no ofender al pueblo español se
decidió cantar solamente la primera y la última cuarteta y el coro de la
Canción Nacional sancionada en 1813.
Como vemos en estos más
de 200 años transcurridos desde la creación del Himno Nacional argentino, este ha
pasado por muchas modificaciones. Para los más tradicionales quizás sean
ofensivas alteraciones de un único,
genuino y puro Himno Nacional, el cual nunca deberíamos haber dejado de cantar
y respetar. Y otros más progresistas,
crean que era necesario que se actualizara en concordancia con las sucesivas épocas
con las que tuvo que convivir. Aunque a pesar del paso del tiempo hoy como ayer es muy importante la unidad latinoamericana que pregona en sus estrofas, para poder enfrentar al cruel invasor que hoy usa medios de opresión más sofisticados. Pero por si esto fuera poco desde hace tiempo
nuestro himno está sufriendo una alteración impulsada por el pueblo, o mejor
dicho por la hinchada. Que por supuesto es criticada por los tradicionalistas. Todo
se debe a que la AFA decidió que solo se difundiera la introducción de nuestro
himno al comienzo de los partidos, como no se tenía una letra para cantar la hinchada comenzó su clásico
OH, OH, OH… Demás esta decirles que muchos manifiestan sentir emociones
profundas al escuchar el oh, oh, oh de la introducción del Himno. Desde deseos de cantarlo cada vez más fuerte,
hasta lagrimas, piel de gallina y exaltación. ¿Le llegara en este tiempo otra modificación
a nuestro Himno? No creo que en las escuelas se comience a cantar el oh, oh,
oh; aunque, si lo hicieran, doy por sentado el gran entusiasmo y euforia con
que se haría, en contraposición a lo pesado o aburrido que parece hoy. ¿Se oficializará una letra para cantar en la
introducción? Como para comenzar con esto Alberto Harón cantó el Himno con una
letra anónima para la introducción. Fue la noche del 16 de Octubre en el Estadio
del Bicentenario de Catamarca en esa oportunidad se enfrentaban San Lorenzo y
Arsenal de Sarandí por el final de la Copa Argentina. Ademas se podría eliminar la palabra muerte cambiando el oid mortales el grito sagrado por, escuchen todos el grito sagrado. Y el o juremos con gloria morir por, y de victoria en victoria vivir Con este Himno u otro
nuevo deseemos de todo corazón que Dios bendiga a Argentina porque la oración del justo puede mucho
(Santiago 5:16)
Lamento tener que hacer publicidad a Quilmes pero para mi esta es la mejor interpretación del oh,oh,oh que encontré.
La otra buena es la de la final con Alemania en Brasil 2014 pero allí los "amargos" ni siquiera cantan el oh,oh,oh; todavía no aprendieron la letra.