miércoles, 8 de abril de 2015

APAGA LA RADIO



Resultado de imagen para relator de futbolEscuche a un personaje público contar la gran decepción  que tuvo cuando pudo ir por primera vez a un partido de fútbol de primera división. Desde niño había escuchado las transmisiones radiales gritadas con toda la emoción propia de los relatores de esa época. Por esto mismo llevó su radio portátil a la tribuna;  fue allí cuando se dio cuenta que el partido que estaban escuchando no era el mismo que estaba viendo, por la simple razón de las exageraciones  al describir las jugadas y los goles.  Cuando la pelota pasaba a dos metros del palo del arco por la radio escuchaba que lo había rozado. En momentos donde el partido estaba aburrido y pesado, por la radio escuchaba cómo era adornado con palabras y emociones que lo hacían entretenido. Finalmente decidió apagar la radio y disfrutar de la realidad que estaba viendo y escuchando.
Supongamos que una persona está comiendo un chorizo; mientras come, por lógica, reflexiona sobre  el exceso de peso y el colesterol. También sus emociones son impactadas al recordar cuántos hambrientos hay en el mundo. Su cultura lo empuja a repasar todo lo que sabe sobre variedad de embutidos, de donde son originarios y cuáles son sus condimentos. Otra persona también come un chorizo y ella disfruta del grato sabor. También contempla el blanco de las porciones de tocino y rosado de los trozos de carne de cerdo. Inspira profundo  para percibir más claramente el olor que despide. Escucha el chirriar, porque recién fue traído de la parrilla y lo toca con un dedo para ver si no está  muy caliente. La primera persona comió con sus pensamientos, ideas, sentimientos y emociones activados. La otra lo hizo conectada a sus sentidos  vista, gusto, oído, tacto, y olfato. Es posible que ésta última opine que ese chorizo era una exquisitez, pero la anterior diga que no fue del todo de su agrado. Y esa opinión se deba a que comió prestando atención a su pensamientos, emociones y sentimientos de su mundo interior, hecho que no le permitió percibir toda la sabrosa realidad.
En conclusión es aconsejable apagar la radio de nuestros pensamientos para disfrutar de la realidad de un apetitoso chorizo. Pero también es bueno realizarlo periódicamente para que no perjudiquemos nuestra salud sometiéndonos continuamente a una excesiva actividad  mental y emocional. En ingles a esta práctica la llaman Mindfulness, que quiere decir, la aceptación y conciencia del momento presente. Yo la llamaría "apaga la radio". Eclesiastés 5:18 dice: He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber y gozar uno del bien de su trabajo...
Ricardo Chavez Cuello

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